Un estudio nuevo sugiere que la colocación de la grapadora quirúrgica tiene un impacto significativo en la incidencia de fugas de aire, una de las complicaciones más comunes asociadas con las lobectomías.
Investigadores de Emory Healthcare (Atlanta, GA, EUA), el Hospital General de Massachusetts (Boston, EUA), Ethicon Endo-Surgery (Ethicon; Cincinnati, OH, EUA) y otras instituciones, utilizaron un modelo fisiológico nuevo de pulmón (PLM) que simula la respiración intraoperatoria y postoperatoria para observar, rastrear y cuantificar directamente las fugas de aire de la línea de grapas de 110 conjuntos de pulmones porcinos cortados y grapados. Las fugas de aire asociadas con los diseños de grapas graduadas y uniformes se evaluaron usando ventilación con presión positiva y negativa, simulando la respiración perioperatoria.
Se capturaron la incidencia de fugas de aire, el volumen de fugas de aire y la tasa de estas, junto con la presión de ventilación y el volumen corriente. Los resultados revelaron que en todos los casos, la ventilación con presión negativa se asoció con una mayor incidencia de fugas, en comparación con la ventilación con presión positiva. Los diseños de grapas graduadas se asociaron con una mayor incidencia de fugas, así como con mayores tasas de fuga en comparación con las grapas uniformes. Por otro lado, el grosor del tejido no se asoció con diferencias en las fugas de aire cuando se probó con las alturas de grapas apropiadas.
Según sus hallazgos, los investigadores plantean la hipótesis de que las líneas discontinuas graduadas en las regiones del tejido pulmonar más delgado no comprimen lo suficiente para evitar fugas de aire, que se ha demostrado que ocurren en aproximadamente una cuarta parte de las lobectomías y se asocian con hospitalizaciones más largas, mayores costos, y casi el doble de riesgo de mortalidad hospitalaria. Las diferencias en el diseño de la grapadora y en cómo cada dispositivo ejerce fuerza sobre el tejido durante el grapado también pueden contribuir a las fugas de aire. El estudio se presentó en el congreso anual de la Sociedad de Cirujanos del Tórax (STS), celebrada en enero de 2019 en San Diego (CA, EUA).
“El diseño de las grapas y la modalidad de respiración son dos variables importantes que pueden afectar las fugas de aire, uno de los mayores desafíos que enfrentamos en la cirugía de tórax”, dijo el autor principal y presentador del estudio, Seth Force, MD, jefe de cirugía torácica general en Emory Healthcare. “Nuestros hallazgos sugieren que los pulmones, y cualquier línea de grapas asociada, se comportan de manera diferente bajo la ventilación intraoperatoria y postoperatoria, requiriendo diferentes consideraciones de diseño de grapas y pruebas más rigurosas de las grapadoras futuras”.
El movimiento o deslizamiento del tejido durante los disparos de las grapas pueden dar como resultado grapas mal formadas y espaciadas, así como la necesidad de disparos adicionales para completar la transección del tejido. Además, los problemas mecánicos o isquémicos, ya sean técnicos, del operador o relacionados con el paciente, pueden predisponer a fugas, como fallas en los disparos de la grapadora, lesiones tisulares directas, deslizamiento del tejido, relajación de la tensión de tracción y tensión de corte.
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