Un sistema de crioablación mínimamente invasivo utiliza tecnología de nitrógeno líquido (LN2) de próxima generación para permitir el tratamiento de tumores benignos y cancerosos mediante congelación, sin cirugía.
El sistema de crioablación ProSense de IceCure Medical (Cesárea, Israel) utiliza frío extremo para congelar los tumores mediante una criosonda que suministra gas LN2, con un punto de ebullición bajo cero, hasta la punta que absorbe el calor generado por el tejido hasta que el tejido se congela, formando una “bola de hielo”. Un regulador controlado por computadora modula el flujo de gas LN2, generando un ciclo de “congelación-descongelación-congelación” que debilita las membranas de la pared celular. Como resultado, estas se rompen, y los antígenos intracelulares pueden desencadenar respuestas inmunes específicas de las células y las plaquetas pueden bloquear los capilares adyacentes, cortando el suministro de sangre al tumor.
Al reemplazar el gas argón tradicional, con un punto de ebullición de -185°C, por nitrógeno líquido, que hierve a -196°C, se mejora el efecto crioablativo. Esto también elimina la necesidad de grandes tanques de almacenamiento necesarios para el argón, ya que el LN2 permanece estable a temperatura ambiente bajo una presión muy baja. Se utiliza una criosonda muy delgada de 3,4 mm para prevenir la formación de cicatrices y, junto con el efecto analgésico del frío extremo, se evita el dolor y la necesidad de anestesia. Los restos necróticos son finalmente reabsorbidos por el cuerpo, sin dejar artefactos que compliquen la exactitud del diagnóstico.
En un estudio reciente presentado en el 34º Congreso Anual de la Asociación Europea de Urología, celebrado en marzo de 2019 en Barcelona (España), el sistema ProSense demostró ser seguro, efectivo y sin eventos adversos graves en el tratamiento de tumores pequeños de riñón. De los 74 pacientes con 78 masas renales pequeñas (menos de 4,4 cm de diámetro), el sistema ProSense demostró éxito en el tratamiento al no mostrar realce en la tomografía computarizada (TC) o la resonancia magnética (RM) en el 93% de los casos al año de seguimiento.
“El sistema ProSense permite un procedimiento seguro, eficiente y corto, mínimamente invasivo, que conserva la función renal”, dijo el autor principal, el profesor Ofer Nativ, MD, jefe del departamento de urología del Hospital Bnei Zion (Haifa, Israel). “Hubo más de 400.000 casos nuevos en todo el mundo en 2018. El sistema ProSense agrega una opción viable para tratar el cáncer renal en pacientes que tienen al menos una comorbilidad, tuvieron cirugías en el pasado o están sujetos a múltiples masas renales”.
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