Actualización en angiografía coronaria por tomografía computarizada

Conozca algunos aspectos tecnológicos claves que deben ser considerados en los nuevos tomógrafos para imágenes cardíacas y otras novedades.

El método más efectivo para tratar la enfermedad del corazón es la prevención. Mientras más temprana sea la detección de la enfermedad cardíaca, más rápido se puede comenzar a modificar los factores de riesgo. En muchas personas no hay signos de aviso o alarma de un ataque al corazón. La mitad de los pacientes que sufren de ataque al corazón tienen niveles normales de colesterol y/o tensión arterial normal. Para más de 150.000 estadounidenses por año el primer signo de enfermedad coronaria es la muerte súbita.

Este examen llamado Angiografía Coronaria por Tomografía Computarizada (Angio TC coronaria) provee la evidencia más temprana posible de enfermedad arterial coronaria. La Angio TC coronaria es un examen no invasivo que no requiere sedación y ninguna hospitalización. No es un estudio nuevo ya que se reportaron los primeros casos en el año 2000 con tomógrafos de cuatro cortes, en los cuales ameritaba utilizar oxígeno y altas dosis de betabloqueantes obteniendo imágenes limitadas para la evaluación distal de las arterias coronarias, esto debido a no lograr imágenes isotrópicas, para llegar en el 2004 al Gold Standard actual de 64 cortes que fue cuando se impulsó esta modalidad.

Esta técnica puede dar información acerca de las evidencias o datos más tempranos del desarrollo de una enfermedad de arterias coronarias (que es la condición que conduce a los infartos cardiacos), actualmente para enfermedad obstructiva se maneja una sensibilidad del 95 % y especificidad del 83 %. El 85 % de la enfermedad cardiovascular puede ser sanada o prevenida cuando se diagnostica a tiempo.

Los tomógrafos modernos cuentan con una gran velocidad para girar y también con varios canales de detectores que permiten adquirir los datos en un solo giro del tubo; estos dos elementos aunados al avance de la informática (hardware y software), facilitan el obtener imágenes del corazón en el preciso momento que este se encuentra “con menos movimiento”, y no solo eso sino que también puede valorar la pared del vaso, medir el calibre de la arteria, saber si tiene calcio y cuantificarlo (Calcio Score), que es un indicador para predecir enfermedad coronaria.

La angiotomografía coronaria ha evolucionado a lo largo de los años desde sus aplicaciones a otros aspectos, como dosis de radiación recibida por estudio. Las aplicaciones iniciales que se pueden mencionar son: en dolor agudo torácico (obstrucción), arterias coronarias anómalas, control de bypasses coronarios, control de stents y evaluación de cardiomiopatías, frente a las cuales aparecieron nuevos equipos y actualizaciones para los tomógrafos más viejos. La Angio TC en la actualidad también se utiliza para la evaluación estructural del corazón, así como para la planificación de procedimientos como reemplazo de válvula aortica trans catéter (TAVR, por sus siglas en ingles), reparo mitral y obstrucción de apéndice auricular izquierdo trans catéter.

Las imágenes de la angiotomografía coronaria son muy impresionantes, sin embargo, en su inicio con el auge de los equipos con 64 cortes surgieron críticas por parte de los médicos interconsultantes y el público en general, relacionadas con las altas dosis de radiación. La respuesta ha sido equipamiento de nueva generación con capacidad de realizar estudios rutinarios con muy baja dosis de 3 mSv o menos.

Esto se logra utilizando detectores más sensibles, velocidad de rotación del gantry más rápida y la última generación de software basado en reconstrucción iterativa e imagen basada en modelo. Estas tecnologías combinadas permiten obtener imágenes diagnósticas a muy baja dosis de radiación, algo que algunos años atrás era inconcebible.

 

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